Revolución Celeste

“Reconocerse implica encontrarse.

Reconocer lo “Uno”, crea y recrea.

Avanza, crece y evoluciona. Genera fortaleza.

Crecer implica agrandarse.

La unión moviliza todas las cosas.

Abre la visión y el poder de la contemplación.

Aumenta la fe, dando verdadero valor a la voluntad.

Fluye hacia lo espacial.

Ver todo divide. Un cambio en el aquí y ahora.

Atravesar el cambio en el aquí y ahora es la verdadera revolución.

La amplitud del ser, justo, firme y recto.

La evolución misma generando una nueva revolución.”


La Revolución Celeste o Microrevolución pertenece al los ejercicios de alquimia interna. La energía circula por la unión de los canales Du Mai (canal de control, que va desde chakra raíz – Hui Yin: perineo, puerta de la vida y de la muerte, ubicado entre los genitales y el ano -, asciende por la espalda, llega hasta chakra corona y desciende por el centro de la frente hasta el paladar ), y Ren Mai (canal de función, va desde la punta de la lengua – el cual conecta con el otro canal - y desciende por el centro del pecho hasta llegar nuevamente a chakra raíz). La energía (esencia original “Jing”), circula rotando por los canales formando un microcosmos en armonía con la energía macrocósmica universal.

A medida que la energía circula por la orbita interna, va pasando por las distintas entradas de los chakras, tanto por delante como por detrás; renovando, drenando, y cumpliendo un ciclo. Cuanto más activo a conciencia esta práctica e incorporo una forma de respiración conciente, mucha más clara y limpia será mi visión respecto a mi propio ciclo, en forma y contenido.

Los Maestros de la antigüedad reflejaron en forma ordenada las cosmovisiones del ciclo natural como un continuo desarrollo de movimientos, los cuales se suceden unos a otros de acuerdo a los cambios que el propio ciclo exija. De esta manera, a partir de los 64 hexagramas del I Ching (“El libro de las mutaciones” = codón 64 de ADN), podemos ubicar la secuencia dentro de la orbita interna y ejercitar los distintos movimientos de acuerdo a lo que el ciclo requiera.

Para comenzar:

Soltamos nuestro cuerpo, nos desplazamos aflojándonos todo lo posible. Estiramos nuestros brazos, nuestras piernas.

Realizamos algunos movimientos circulares de cintura primero hacia un lado y luego hacia otro.

Ubicamos los pies a la altura de los hombros y dejamos caer los brazos al costado del cuerpo. Movemos lentamente los hombros en forma circular, hacia atrás y hacia delante. Movimientos circulares del cuello hacia ambas direcciones hasta sentir que las parte superior también esta relajada.

Nos concentramos en alguno de los chakra (a elección) y comienzo a ver como lentamente esa energía comienza a circular por mi órbita interna; si se eligió chakra raíz, por ejemplo, la energía comenzará a ascender por el centro de la espalda, pasando por la parte posterior de cada chakra, hasta corona y ahí descenderá por el centro del pecho, el abdomen, hasta llegar nuevamente hasta su comienzo. Repito el circuito cuantas veces quiera.

Si las primeras veces cuesta sostener esta energía circulando por los canales, no se desanime, es sólo cuestión de que uno vaya acostumbrando estos canales que nunca antes se habían tenido en cuenta; la segunda o la tercera vez serán mucho más simples.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente artículo, muy bien explicado; me encantó.

Saludos,
Mariana

Gracias.

María Alejandra Arce dijo...

...buenísimo! estuve repasando y acá se despejan todas las dudas.
Los quiero maestros!
Ale.