Cada uno de los siete chakras son puertas de entrada y salida de energía, las cuales mediante un simple ejercicio podremos ir detectando y percibiendo su estado en funcionamiento.
Para comenzar vamos a aflojar nuestro cuerpo, estiramos los brazos y las piernas, realizamos pequeños movimientos circulares de cintura hacia ambos lados, movemos los hombros, el cuello, encuentro un ritmo pausado y tranquilo en mi respirar.
Ubico los pies a la altura de los hombros buscando un eje que me resulte cómodo.
Una vez que me encuentro listo y con los ojos cerrados llevo mi atención hacia chakra Raíz y desde ahí activo mi órbita interna (ver: Revolución Celeste).
Me dejo fluir con la circulación de energía y lentamente voy a ir deteniéndome en cada chakra y voy a observar e investigar que color posee, como es su movimiento, como son las sensaciones que me produce, si me muestra alguna imagen, algún símbolo, etc.
Tal vez, si son los primeros ejercicio que realizan, se empezar trabajando un chakra por día, dedicando el ejercicio a ese sólo chakra, lo cual no indica nada malo ni bueno, solo es respetar los tiempos individuales de cada uno. Al finalizar cada ejercicio se puede tomar nota de lo percibido, llevando un control sobre los cambios detectados en ejercicios anteriores, y poder asociar esos cambios a los procesos que vivimos día a día.
Mucho se ha hablado y dicho sobre los colores de cada chakra como algo general y estático, la invitación es descubrir qué colores y forman presentan los nuestros sin estar predeterminado por nada (el color varía de acuerdo al momento de cada persona).
De manera muy general, para comenzar a relacionar el estado de los chakras a mis procesos internos
podemos tener en cuenta las siguientes características:
1º Raíz: Arraigo, desarraigo, hogar, familia, independencia, dependencia, conducta, disciplina, comportamiento.
2º Sexual: Relaciones, sexualidad, placer material y emocional, satisfacción, capacidad de disfrutar.
3º Plexo Solar: Actuar y obrar, poder, voluntad, ego, poder transformar, cambios, química y alquimia, transformación de la materia en energía.
4º Corazón: Amor propio, dar y recibir amor, Yo Soy, base de lo espiritual.
5º Garganta: Hablar y escuchar; lo que se dice u oye, lo que no se dice y no se oye. Creatividad, comunicación, armonía, conexión, vibración.
6º Tercer Ojo: Mundo de lo no material, lo que se ve y lo que no se ve, claridad de pensamiento, intuición, percepción extrasensorial.
7º Corona: Sabiduría. Lo que se sabe y lo que no se sabe. Inteligencia. Capacidad en el comportamiento y la manifestación. Creencias.
Para comenzar vamos a aflojar nuestro cuerpo, estiramos los brazos y las piernas, realizamos pequeños movimientos circulares de cintura hacia ambos lados, movemos los hombros, el cuello, encuentro un ritmo pausado y tranquilo en mi respirar.
Ubico los pies a la altura de los hombros buscando un eje que me resulte cómodo.
Una vez que me encuentro listo y con los ojos cerrados llevo mi atención hacia chakra Raíz y desde ahí activo mi órbita interna (ver: Revolución Celeste).
Me dejo fluir con la circulación de energía y lentamente voy a ir deteniéndome en cada chakra y voy a observar e investigar que color posee, como es su movimiento, como son las sensaciones que me produce, si me muestra alguna imagen, algún símbolo, etc.
Tal vez, si son los primeros ejercicio que realizan, se empezar trabajando un chakra por día, dedicando el ejercicio a ese sólo chakra, lo cual no indica nada malo ni bueno, solo es respetar los tiempos individuales de cada uno. Al finalizar cada ejercicio se puede tomar nota de lo percibido, llevando un control sobre los cambios detectados en ejercicios anteriores, y poder asociar esos cambios a los procesos que vivimos día a día.
Mucho se ha hablado y dicho sobre los colores de cada chakra como algo general y estático, la invitación es descubrir qué colores y forman presentan los nuestros sin estar predeterminado por nada (el color varía de acuerdo al momento de cada persona).
De manera muy general, para comenzar a relacionar el estado de los chakras a mis procesos internos
podemos tener en cuenta las siguientes características:1º Raíz: Arraigo, desarraigo, hogar, familia, independencia, dependencia, conducta, disciplina, comportamiento.
2º Sexual: Relaciones, sexualidad, placer material y emocional, satisfacción, capacidad de disfrutar.
3º Plexo Solar: Actuar y obrar, poder, voluntad, ego, poder transformar, cambios, química y alquimia, transformación de la materia en energía.
4º Corazón: Amor propio, dar y recibir amor, Yo Soy, base de lo espiritual.
5º Garganta: Hablar y escuchar; lo que se dice u oye, lo que no se dice y no se oye. Creatividad, comunicación, armonía, conexión, vibración.
6º Tercer Ojo: Mundo de lo no material, lo que se ve y lo que no se ve, claridad de pensamiento, intuición, percepción extrasensorial.
7º Corona: Sabiduría. Lo que se sabe y lo que no se sabe. Inteligencia. Capacidad en el comportamiento y la manifestación. Creencias.
